domingo, 4 de noviembre de 2012

Tercer episodio (y último) de nuestra TransAlpes

El Solo Bici de noviembre de 2012 (nº 258) trae la tercera y última entrega de nuestra TransAlpes, un reportaje de 6 páginas sobre el sector Merano-Viena, con la travesía de los siempre espectaculares Dolomitas y otras cosillas que pasaron durante los últimos 887 km del viaje.

En la web de la revista, lo destacan con las siguientes palabras (textuales):

En el apartado de rutas seguimos con la tercera entrega de la Transalpes de la mano de nuestros aventureros inconscientes Sergi Fernández y Amelia Herrero.

También destacan otros reportajes, como el de la Craft 1000 Miles Adventure, una prueba de 1.600 km non-stop que se celebra en la República Checa y Eslovaquia, en la que los bikers avanzan sin asistencia ni ninguna clase de ayuda externa. El artículo es obra de David Casalprim, de EspaiBici, que estuvo participando este pasado verano.

Sana inconsciencia...

domingo, 21 de octubre de 2012

Estreno trailer TransAlpes con un par de ruedas

Este fin de semana, aprovechando que anunciaban lluvias y que llevábamos varias noches quemando retina con el editor de vídeo, hemos decidido estrenar el trailer del reportaje del viaje que hicimos este verano entre Portbou y Viena a través de los Alpes.

Son 2.800 km con más de 50.000 m+ repartidos en 52 etapas resumidos en menos de tres minutos (y eso que no hemos usado la cámara rápida).

Pronto (esperamos que así sea) anunciaremos el estreno del reportaje completo.





martes, 2 de octubre de 2012

TransAlpes II en SoloBici 257 (octubre 2012)

La sección de rutas de SoloBici gana adeptos mes a mes...
El segundo reportaje de la travesía transAlpina ya está en los quioscos, en el número 257 de SoloBici (octubre 2012).

En este episodio narramos nuestro periplo entre el Mont Blanc y Merano, a los pies de los Dolomitas, pasando por las faldas del Cervino, el Monte Rosa, el paso de puertos como el Colle del Turlo, Nannaz, Fontaines... y nuestra primera experiencia mountain biker por Suiza. Gratos recuerdos, sin duda.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Austria: bici-carriles para dar... y aburrir

Tras cruzar los Dolomitas por las espectaculares Tre Cime di Lavaredo, sospechábamos que los Alpes austríacos iban a tenerlo muy difícil para impresionarnos. Mientras nos escurríamos por las sendas de bajada desde Auronzo y Locatelli, concentrados en los socavones, raíces, pedruscos y cortados de la inolvidable trialera que nos debía llevar primero a Sesto y después hasta San Candido, empezamos a imaginar el tramo final del viaje como un sector de fluir fácil, sin largas ascensiones ni porteos. No en vano, días antes, en un cybercafé de Cortina d'Ampezzo habíamos estudiado la compleja red de rutas cicloturistas de Austria, que nos sedujo en un abrir y cerrar de ojos con sus trazados aparentemente suaves y alejados del tráfico. 

A partir de Dobiacco, tomamos el Drauradweg (radweg es una palabra que todo cicloturista debe aprender para moverse por Austria) hacia el este. El bici-carril va junto al río Drau, entra en Austria –casi ni nos enteramos de que cambiamos de país– y continúa hacia Eslovenia. Nosotros, sin embargo, nos desviamos hacia el norte a partir de Spittal, para acampar en uno de los muchos campings que hay a orillas del lago de Seeboden.

Cientos, miles de kilómetros de carriles bici cruzan Austria
de norte a sur y de este a oeste por distintos valles
El lago de los cisnes, en Dobiacco

Poco más allá, el bici-carril local que seguíamos desaparece por arte de magia negra –esto no es Suiza, está claro– y aunque la ruta estaba marcada como "radroute" carece de arcén y no encontramos señal alguna que lo indique sobre el terreno.

Hartos de motos, coches y camiones, improvisamos un rodeo mountain biker hasta una ciudad termal llamada Bad Kleinkirchheim –fácil de recordar y de deletrear–, pero a partir de ahí no nos queda otro remedio que compartir la estrecha y en otras circunstancias bucólica carretera de montaña con varios cientos de motoristas de espíritu salvaje, look pandillero pero de marca y ruidosas monturas que han acudido a una convención internacional de Harley Davidson. Qué suerte la nuestra.

Pasamos por el pueblo natal de Heidi,
que ya no vive en la cabaña del abuelo.
Se ha emancipado y, como está forradísima,
tiene una mansión con piscina climatizada
Gastronomía local: schnitzel vienés,
o filete 'empanao' de toda la vida
Ruta cicloturista por el trazado de un antiguo ferrocarril.
Una pena que poco después la vía verde desaparezca
de la faz de la tierra, y sin previo aviso.
Vamos, como en casa...
R2: Murradweg

Tras el puerto, alcanzamos un nuevo valle, el del río Mur, y tomamos la Murradweg hasta Kapfenberg, avanzando rápidamente por el bici-carril que, aunque tiene más subidas de las que uno podría esperar –el trazado va por el fondo del valle–, nos permite superar la barrera de los 100 km diarios durante varias jornadas.

Viena está cerca. Pedaleamos con soltura, motivados por su cercanía, y animados por los días sorprendentemente soleados de la última semana del viaje. Nos da la sensación de que la podemos oler. Viena, Viena, Viena... No pensamos en otra cosa. De vez en cuando cruzamos una carretera y vemos carteles azules con letras mágicas: V-I-E-N-A. Y cifras como 1-6-4 km yendo por la autopista. Pero por nuestra ruta aún quedan unos 300 km. "Tres días", pensamos.

Auf wiedersehn!!!
Un mapa de Europa física, tal y como se veía antes de la WWII
(lo encontramos en la estantería de un B&B
de Mariazell, en un libro impreso en Leipzig en 1936).
Las montañas han cambiado poco.
Las fronteras políticas, en cambio, son muy distintas.
Aquí empieza, o acaba, la Traisental Radweg,
una ruta sumamente fácil de 111 km
que comunica el Danubio
con la localidad de Mariazell
Colorida fachada de la basílica de Mariazell
Rutas cicloturistas para tod@s,
incluso para parejitas enamoradas:
RomantikTour
Rutas, rutas y más rutas
We love bikes
Los bici-carriles de Austria están asfaltados
en su mayor parte

Y así, enlazando un radweg con otro, durante la última semana de la travesía Portbou - Viena experimentamos una forma de viajar en bicicleta nueva para nosotros.

Por fin, a orillas del Danubio.
Últimos 70 km para entrar en Viena
Última etapa con cielo gris,
aunque nosotros lo vemos en multicolor
2.900 km de viaje y entramos en Viena.
Es hora de hacer un poco de turismo
Por primer vez en mi vida, peso la bici
para responder a la pregunta del millón,
y sólo por 20 céntimos!!!
Madre mía!!!
Tras 2.900 km de viaje repartidos en 52 etapas con algo más de 50.000 metros de ascensión acumulada, ya estamos en Viena, la ciudad de la ópera, los palacios, los parques inmensos, la sacher torte... Es hora de descansar, aparcar la bici unos días, visitar museos, pasear sin rumbo fijo, enviar postales y aprovechar estos días de relax para poner las ideas, los recuerdos y los sueños realizados en orden. Es hora, también, de pensar en la siguiente escapada.


PD: la respuesta a "la pregunta del millón" es "aproximadamente 35 kg", contando TODO, es decir, bici, portaequipajes, alforjas, equipaje, algo de comida, algo de agua... Teniendo en cuenta que cuando entramos en Viena ya no llevábamos comida ni agua, creo que el pack bici + equipaje + despensa en etapas normales puede rondar los 40 kg.

viernes, 14 de septiembre de 2012

2.700 km con Trek X-Caliber...

Trek X-Caliber 2012 (29er) con alforjas,
en las Tres Cimas de Lavaredo, en los Dolomitas.

Algunos de los seguidores habituales de la sección de rutas de Solo Bici os habéis dado cuenta de que desde principios de 2012 utilizamos bicicletas con ruedas de 29 pulgadas para las travesías con alforjas, que este año han sido Monegros, Sierra de Tramuntana (Mallorca) y Vuelta a Gredos –publicadas entre primavera y verano– y transAlpes –en tres episodios, desde septiembre (ahora en los quioscos) hasta noviembre–, y nos habéis hecho llegar algunas preguntas sobre ellas y sobre su funcionamiento en este tipo de travesías con equipaje.

Nuestras sensaciones, después de probarlas en rutas de menos de una semana por España (de entre 200 y 300 km por ruta, en toda clase de terrenos), fueron totalmente positivas, y ahora, tras otros 2.700 km pedaleados por los Alpes, son igual de satisfactorias.

Nuestras bicis de viaje actuales son la Trek X-Caliber 2012 (Sergio) y la Trek X-Caliber 2011 (Amelia). Son bicis muy estables, firmes, sólidas y fáciles de llevar en toda clase de caminos y sendas, y se adaptan perfectamente al tipo de cicloturismo que hacemos, aportándonos velocidad y soltura en los tramos rodadores y un punto de seguridad y confort extra en los descensos más complicados e irregulares, con raíces, piedras, escalones...

Entrada a Suiza por el Passo di San Giacomo,
disfrutando de un descenso de puro mountain bike.

Después de casi 4.000 km con ellas (todos ellos con alforjas) podemos afirmar que estas 29er son igual de aptas y fiables para un viaje en mountain bike con alforjas que una bici con ruedas de 26 pulgadas.

Por otra parte, también hemos disfrutado de ellas en rutas sin alforjas: diversas pruebas del Trek 12 Series, las 24doce de Moralzarzal, las del Val d'Aran con el Club BTT Open Natura (reportaje de agosto) e incontables salidas por Collserola (Barcelona), lo que demuestra que son bicis muy polivalentes.

Cómo colocar el equipaje
Respecto al anclaje para el portabultos, hace unos meses hicimos este post sobre una posible y muy fácil solución para colocarlo que nos ha dado un resultado excelente.
Sobre el uso del remolque tipo Bob, cabe señalar que para usarse con una rueda 29er hay que cambiar la horquilla del remolque por una un poco más larga. La web del fabricante lo especifica.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Dolomitas... y nada más

Desde que ideamos el viaje, ahí estaban, presidiendo la carta de los postres. Y por nada del mundo pensábamos saltárnoslos. Eran el broche de oro de nuestra travesía transAlpina. No podían ser otros: eran los Dolomitas.

Horizontes de roca se suceden uno tras otro...
Tras cruzar el sur de Suiza, nos encontrábamos a las puertas de Austria, exactamente a 25 kilómetros de la frontera y del camino más directo y fácil hacia Viena –por Innsbruck–, pero el poder de atracción Dolomítico es superlativo. Sólo hay que ver algunas fotos de esos paisajes únicos para que una vocecilla de tu interior te susurre noche y día que debes ir hasta allí para ver si son reales o no.

Ni siquiera la lluvia anunciada por los partes meteorológicos italianos –siniestramente precisos, muy a nuestro pesar– ni el amplio rodeo que suponía ir hasta allí nos hicieron desistir. Mantuvimos la ilusión por disfrutar de sus paisajes durante tres días y tres noches acuartelados en Cortina d'Ampezzo, durmiendo dentro de una balsa de rescate a la que llamamos cariñosamente tienda de camping, a punto de zozobrar en mitad de un bosque al que llaman comercialmente camping, pero que es en realidad un aparcamiento de autocaravanas. 

El panorama era desalentador, sobre todo porque durante todo el viaje no había llovido nunca más de unas horas seguidas. Estábamos realmente muy mal acostumbrados.

Paisajes que nos hacen sentir aún más pequeños,
frágiles, efímeros...
Pero la espera dio sus frutos, y al fin el sol brilló. Sólo fueron unas horas, pero bastó para disfrutar y retratar uno de esos paraísos de roca que hay que ver, y admirar desde todo lo cerca que te permitan tu equilibrio y tu vértigo, al menos una vez en la vida. Hablamos de las Tres Cimas de Lavaredo, a las que se puede acceder en bicicleta.

Subida ciclable más allá del
refugio de Lavaredo
En el collado, camino del refugio Tre Cime,
también conocido como Locatelli
Rocas, rocas, rocas... Dolomíticas
El descenso hacia San Candido es ciclable
en gran medida, aunque también tiene
tramos que invitan/obligan a bajarse de la bici

Con la travesía desde Cortina d'Ampezzo hacia San Candido a través de las Tres Cimas de Lavaredo entramos en Austria, el último sector de este viaje transAlpino. A partir de aquí, todo parece, al menos sobre el mapa, más suave. Cientos de kilómetros por bici-carriles, vías verdes... Se acabaron los porteos. Viena está cerca.

PD: Para hacer en bicicleta de montaña el tramo Cortina d'Ampezzo - San Candido por las Tres Cimas de Lavaredo, más allá del refugio Auronzo sólo hay un camino en el que se acepta el paso de bicicletas. Se trata de la pista más ancha, por la que circulan los vehículos todo terreno de los refugios Lavaredo y Locatelli. Al superar el collado hay una señal que se presta al equívoco, pues indica prohibición de paso a bicicletas, pero la normativa del parque, según otro cartel que hay a 5 metros de aquella señal, establece que sólo se puede rodar precisamente por ese camino.

lunes, 27 de agosto de 2012

Montagnas de contrastes

5 horas de porteo entre las nubes,
en el Colle del Turlo (2.738 m),
version XXL del Cami de s'Arxiduc,
en la Serra de Tramuntana de Mallorca

La travesia de los Alpes nos depara un contraste tras otro. No solo las nubes se encargan de dar una de cal y otra de arena. La ruta en si misma es un cambio constante de chip: ahora empujar, ahora cargar, ahora trepar, ahora fluir... De los inexpugnables pedregales del Colle del Turlo (2.738 m), en los que invertimos casi 5 horas de porteo envueltos por la niebla, pasamos en pocos dias a las praderas suizas por el Passo di San Giacomo, repletas de singletracks y caminos balizados para disfrutar del cicloturismo o el ciclomontagnismo (aqui tienen un concepto muy "alpino" de lo que es el mountain bike).

A salvo en el refugio vivac E. Lanti (2.150 m), durante
el descenso del Colle del Turlo, con tormenta
de granizo inlcuida 

Descenso del Passo di San Giacomo (2.313 m),
nuestra puerta de entrada a Suiza


Primer vivac en Suiza, para celebrar
que no esta permitido bajo ningun concepto

Tras pedalear y portear, un tramo de natacion de 3 metros,
para convertir el viaje en un triatlon


Tormentas de verano: fuegos artificiales
casi todas las noches
(dato practico: 3.000 mm de columna
de agua en la tienda pueden no ser suficientes
para dormir "sequito sequito")

Una vez en Suiza aprovechamos la extensa red de rutas perfectamente balizadas, haciendo uso de algunos itinerarios pensados para cicloturismo y otros para mountain bike. En general, excelentes. Nos sorprendio gratamente que las de cicloturismo no eran precisamente "faciles", sino que ocultaban tramos de senderos (sin piedras ni raices, por supuesto), aunque tambien hubo algun tramo aislado y breve de carretera general que no nos gusto tanto...

We love bikes (Albulapass, 2.312 m)


Para planificar un viaje en bici por Suiza,
esta web puede ser muy util: www.schweizmobil.ch

Hermosas casas y pueblos en el trayecto
por el Graubunden, en el sureste de Suiza


Descenso del Pass da Costainas (2.258 m),
entre Scuol y Santa Maria Val Mustair,
la ruta 444 de la red suiza para mtb
 
Ahora ya nos encontramos a las puertas de los Dolomitas, en Merano, muy cerca de Bolzano, tierra natal de Reinhold Messner, encarando la ultima fase del viaje. Los Dolomitas nos esperan!!!

Haciendo amigos :-)


domingo, 12 de agosto de 2012

Primeros porteos a los pies del Cervino y Monte Rosa

Tras el Tour del Monte Bianco / Mont Blanc, las piernas estaban, afortunadamente, bien entrenadas para la obligada transicion al mas puro estilo del duatlon, pero en nuestro caso, sin dejar la bicicleta en boxes...

Nos despedimos de Courmayeur con destino a Aosta, donde paramos un rato para ver las ruinas romanas, pero poco despues ya estabamos subiendo hacia Cervinia, por una carretera realmente transitada, hasta que llegamos a Buisson, donde descubrimos una alternativa un poco mas biker, que consistia en subir hasta Chamois (un pueblo al que no llegan los coches) con un "funivia" y, a partir de este pueblito de ensuegno, una pista nos condujo hasta Cheneil, pasando primero por el Col de Cheneil, donde disfrutamos de una postal viviente del Cervino.

Descenso del Col de Cheneil, primer aviso
A partir de Cheneil aplicamos nuestra tecnica de porteo: todo el peso a la mochila y trialera para arriba... nada menos que 700 metros de desnivel, hasta el Col des Fontaines. Fue sin duda un tramo duro, pero muy bello, con el Cervino vigilandonos y un cielo azul que solo se puede ver en estos parajes de montagna.

Col des Fontaines (2.670 m), o 3 horas empujando,
que es lo mismo

Por suerte, no nos dio tiempo de superar el segundo paso del dia, y tuvimos que acampar junto a un "laghetto" a 2.625 metros de altitud, con una noche serenisima por delante, y un amanecer aun mejor...


Acampada libre a 2.625 metros, entre Col des Fontaines y
Col de Nannaz

Vistas desde la tienda

De rebuena magnana, reemprendemos la subida...

... y nos cruzamos con un trekker que va
realmente ligero de equipaje

Paso de Nannaz, o mejor dicho, salto de Nannaz,
con el Monte Rosa al fondo

Ahora solo queda la bajada...

Genial, no somos los unicos machacas!!!
Complimenti!!!
Cuando empezamos a bajar nos cruzamos con un grupetto de italianos que estaban haciendo el Tour del Monte Rosa en mountain bike. Nos advirtieron de que habia algunos tramos "complicados", pero nada imposible. Se nota que los italianos hacen MOUNTAIN bike. Nos gusto mucho comprobar que no eramos los unicos chalados que disfrutan llevando la bici a cuestas ;-) por lugares increibles.


Ya se ve la pista a Saint Jacques
Por ahi baja la senda, no es broma

Premio de la montagna: pizza con gorgonzola!!!