martes, 31 de agosto de 2010

El nacimiento del Mundo

Ventosas llanuras manchegas
Dejamos atrás tierras valencianas y atravesamos Albacete por carreterillas de otros tiempos, evitando la capital, usando también algunas pistas bien acondicionadas que cruzan modernísimos parques eólicos (aquí Don Quijote se habría vuelto loco de alegría), con rumbo al nacimiento del río Mundo, nuestra vía de acceso a tierras andaluzas.

Antes de llegar a Riópar disfrutamos de una prolongada pero hermosa ascensión hasta el puerto de las Crucetillas (1.480 metros). Sobre el mapa no venía la ruta que tomamos finalmente, la que sube por Batán del Puerto y enlaza por un bello paraje encañonado que sale a mitad del puerto, que sigue siendo muy bello, todo lleno de sombras, junto al río... pero también muy duro cuando vas cargado como un mulo, por lo que reclama alguna que otra paradita para recargar pilas con el membrillo de la abuela.

Último cartucho energético para el brinco de la "photo-finish"
Tras un merecido descenso, llegamos a Riópar bastante agotados (llevamos varios días pedaleando una media de 85 km), así que decidimos tomarnos un día de descanso y dedicarlo a pasear tranquilamente hasta las fuentes del río Mundo. El "paseo" finalmente se convirtió en una excursión de 21 kilómetros a pie sin agua ni comida y bajo un sol achicharrador, así que de descanso hubo poco, pero todo entrenamiento va bien para lo que nos espera en Sierra Nevada.