martes, 26 de julio de 2011

Val d'Aran, punto de inflexión

Ya estamos en Vielha, en el corazón del Val d'Aran! Es, de alguna manera, el ecuador de nuestra travesía Transpirenaica. Y sí, aquí también llueve!!!

Camino del Pla de Beret, entrada al Val d'Aran

Tras descansar un día en el refugio Amics de Montgarri, ahora esperamos una "ventana de buen tiempo" para acercarnos al siguiente escollo del viaje, un puerto que nos permita regresar de la vertiente atlántica a la mediterránea sin tener que pisar asfalto ni meternos en un horrendo túnel. Sabemos que tocará empujar, como ya ocurrió en la ascensión al Coll dels Lladres, que nos permitió saltar hacia la Cerdanya desde Queralbs, pero esta vez seguro que es mucho más duro, aunque si la visibilidad es buena el panorama resultará todavía más espectacular: el Aneto, su menguante glaciar, el valle de Benasque... Y más allá otros caminos que nos lleven a Posets, Ordesa...


Espectacular mirador en la Cerdanya
de la interminable Sierra del Cadí
 
No sólo de pan vive el hombre, ni la mujer

Atrás quedan días y días (ya hemos perdido la cuenta) de hermosos paisajes, duros desniveles y descensos interminables. También la ascensión a pie a la Pica d'Estats (dejamos las bicis en el camping Pica d'Estats de Àreu) y las agujetas que te dejan las bajadas en plan peatón (de eso ya nos estamos recuperando, pero ha costado). La tónica habitual de esta Transpirenaica es subir y subir durante horas, en plato pequeño casi siempre, bebiendo de todas las fuentes habidas y por haber, saludando a todas las vacas, caballos y rebecos del camino, acumular mil o dos mil metros positivos cada día, y luego quemar pastillas de freno camino del siguiente valle.

Ascensión a la Pica d'Estats por el lago de Baborte
Fabricando agua, esta vez
con pastillas potabilizadoras
(el filtro murió)
Pasos estrechos y restos de nieve
camino de la cumbre
En la cima, con unas vistas impresionantes!!! ;-)